miércoles, 3 de febrero de 2010

Palabras Profeticas

A LAS DÉBORAS

Sigue trabajando por el ministerio, porque aún vienen muchas mujeres que seguirán entrenando y levantando. Como Débora debes seguir, pues las primicias de este ministerio están fructificando ya, aunque tu no las ves. He levantado en muchos de sus corazones altares de adoración, y el testimonio de mi Espíritu está animando, fortaleciendo y perseverando en muchas Déboras que han sido provocadas por Mi a orar, ayunar, adorar y creer. Deja correr la visión, nada te la detendrá. Aún las lastimadas y heridas del trabajo, se restauraran, y los que se han ido, regresarán reconociendo que Yo estoy aquí.

A LA IGLESIA MINISTERIOS DE SALVACIÓN

Yo estoy podando la Iglesia… Podando las ramitas nuevas para que crezcan y den buen fruto, y cortando las ramas, aquellas que no darían ya buen fruto. No hagas guerra, porque todos los cambios vienen de Mi.Yo he visto el dolor en tu corazón, yo he visto la desilusión yo he visto la pesada carga, yo he visto la tentación de dejar todo, de huir. Pero yo te he llamado a servir, a compartir, y no claudicarás porque yo te estoy fortaleciendo. No retrocederás porque lo único que necesitas es conocerme un poco mejor.
Y al aceptar a través de tus pruebas mi invitación de conocerme más, encontrarás un gozo que no conocías antes, encontrarás un amor que no conocías antes.No hagas caso a tus sentimientos y a tus emociones negativas, ni a sutilezas ni imaginaciones y distracciones que ni cuenta te das, pero vienen del enemigo, del enemigo de tu alma que ha querido vez tras vez desanimarte, derribarte, pero aunque se caiga el justo 7 veces se vuelve a levantar, y tu te levantas y aprendes lo que quiero enseñarte, dice tu Señor.
Te he llamado a Mi, recuerda y se fiel a tu llamamiento que es a Mi. Y solamente así tu servicio podrá mejorar y continuar; no te he llamado primero a servirme, sino primero a conocerme y si has sentido tentación de dejar de servirme,es porque tienes que rebasar un límite en el conocimiento de mi Persona. Hoy te tomo de la mano y te hago cruzar esa frontera de ese límite, de lo conocido a lo desconocido, de lo seguro a lo que cause algo de inseguridad, pero Yo te tengo de la mano, estás entrando a territorio nuevo, pero Yo te tengo de la mano, estás avanzando a lugares nuevos, a alturas nuevas y a profundidades nuevas, pero Yo te tengo de la mano dice tu Señor. No te dejaré, no te abandonaré, conocerás más compañerismo y amistad en el futuro de lo que has conocido en el pasado, porque todo lo vivido está sirviendo de escuela para ti. No te cerrarás a la vulnerabilidad y al riesgo de abrirte a otras relaciones y amistades, no te cerrarás, te mantendrás abierta, porque si te cierras no se ensancha tu territorio.
Y yo te doy la sanidad para que sigas abierta a conocer a más gentes y a relacionarte mejor con los que ya conoces, porque toda la barrera que te has imaginado la mayoría son imaginaciones tuyas, yo las remuevo.
Sean reales o imaginarias, yo las remuevo, para que avances a conocerme a Mi y a tu relación con otros también. El dolor no viene para detenerte o frenarte, sino para llenarte de compasión y con más sabiduría para relacionarte con otros. Quiero enseñarte un nivel más alto de amistad conmigo y con otros, y por eso con grande amor he permitido que pases por este camino. Si tu crees las voces que te hacen disminuir y retroceder, entonces lo lamentarás después, pero si aprendes a distinguir la diferencia entre otras voces y la Mía, entonces tú crecerás más de lo que tú piensas. Pero te enseño a reconocer y a rechazar y a cancelar las voces que no vienen de mi Espíritu, dice el Señor, Porque has prestado atención a voces incorrectas, a voces que no me están representando fielmente, sino que están dañando e hiriendo, Mi voz es otra, Mi perspectiva es otra, has conocido muchas veces mi voz, pero ahora comenzaste a confundirla con las voces de otros, pero hoy te llamo nuevamente al discernimiento y a la percepción que es de mi Espíritu y te digo ten cuidado de escuchar solo Mi voz, porque Yo hablaré lo que necesitas oír, también lo deseo para ti.


Como has deseado más profundidad en tu relación con otros, yo también lo he deseado para ti. Yo quiero que tu soledad se convierta en unidad y en victoria y en relaciones renovadas y fortalecidas. dice el Señor. Yo no quiero que tu soledad crezca, ni que tu sufrimiento por causa de tu soledad aumente, yo quiero que más que nunca sientas mi amor, y mi compañerismo y verdadera amistad de otros. Que nada te dañe, es mi deseo, hijo mío, hija mía, que ninguna actitud ni situación te aleje de mi persona, sino que te acerque a mi persona. Yo he deseado que tu vida conozca más de lo que yo conozco, que tú veas más territorios nuevos que están esperándote, conocimientos maravillosos, una libertad gloriosa, una seguridad y autoridad que nunca te habías imaginado, quiero que la conozcas y que veas estas cosas maravillosas que no has visto hasta ahora. Déjame llevarte a donde yo quiero llevarte no resistas por tus sentimientos humanos y por tus determinaciones limitadas humanas, no resistas el llamado alto que hay sobre tu vida, porque yo seré fiel mientras tu sigas creyendo lo que Yo te he dicho, Yo seré fiel en perfeccionar la obra que ha comenzado en ti.

Gracias Señor. (palabras dichas al apóstol Juan Spyker y a Martha Valdiviezo)